viernes, 7 de diciembre de 2018

MI ORIGEN

Mi origen nace en las calles de barro
En casas con techo de nylon
Mi origen se sienta al lado de una silla coja
Se sirve de una taza de té a falta de leche
Recorre las calles buscando dinero de cartón
Mi origen tiene la cara de un niño
Vendiendo su dignidad
Por migajas
Mi origen cruza ciudades y mares
En busca del trabajo
Se levanta de madrugada
Para ser salvada o quedar a medio morir
Mi origen se endeuda en la botica del barrio
Para comer
Tiene la mirada cansada
Las manos curtidas
Mi origen sueña
Lucha
Y se libera.

Simón Filko 

domingo, 11 de noviembre de 2018

LOS DUEÑOS DEL SOL. Raúl Spinoza



Se perdieron los besos,
se acabó el amor...
perdida la razón
y muerta la ilusión...
y el poderoso, arriba, dueño del sol...
Una flor en el fango
pisadas perdidas...
Todos bailan el mísero tango
miles de mentiras urdidas,,
y el poderoso, arriba, dueño del sol...
Almas vendidas
al mejor postor...
no se acaba el dolor,
nunca cierra la herida..
y el poderoso, arriba, dueño del sol
Entre la niebla, la muerte
entre la miseria, la muerte
sólo vive el más fuerte...
el dueño de la fuente...
y el poderoso, arriba, dueño del sol...
Un niño canta sin cantar
la gente clama sin clamar
los oídos están sordos...
y ríen los peces gordos...
y el poderoso, arriba, dueño del sol...

Lars Von Trier - Melancholia (película subtitulada al español)

viernes, 21 de septiembre de 2018

ANTES DE IRME

Antes de irme
de echar el último vistazo
y pegar definitivamente la barbilla al cuello por última vez,
me gustaría traducir el lenguaje del resto de animales
probar con vosotras todas las drogas
unir las dos costas del Estrecho
-de todos los estrechos-
destrozar todos los registros bancarios, de identidad y propiedad
que nadie tenga ni deba nada
derribar los muros de las prisiones, los centros de menores, los psiquiátricos
las paredes de los colegios, los museos
las perreras, urbanizaciones,
centros financieros, laborales y comerciales
fronteras, todas,
plantar cebollas, papas, tomates, ajos
uvas, hierbas, amapolas, rudas sirias,
cargarme a todos los policías que pueda
y bailar contigo desnuda
sobre la sangre de los cadáveres del viejo mundo.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Emil Cioran. Fragmento de entrevista

«En el fondo, ya nada tiene significado para mí, vivo sin porvenir. El futuro está excluido para mí en todos los sentidos; en cuanto al pasado, es en verdad otro mundo. No vivo, hablando propiamente, fuera del tiempo, pero sí como un hombre detenido, metafisica y no históricamente hablando. Para mí no hay ninguna salida, porque carece de sentido que haya una salida. Así, vivo como en un presente eterno y sin objeto y no soy desgraciado por carecer de objeto. Los hombres deben habituarse a vivir sin objeto y no es tan fácil como se cree. En todo caso, es un resultado. Creo que mis pensamientos se reducen a eso: vivir sin objeto. Por eso escribo muy poco, trabajo poco, siempre he vivido al margen de la sociedad, soy apátrida y está bien así. Ya no necesito una patria, no quiero pertenecer a nada».

Emil Cioran (fragmento de entrevista)

miércoles, 5 de septiembre de 2018

TU ÚLTIMO DESEO

TU ÚLTIMO DESEO

¿Un cigarrillo?
Un Camel, gracias.
¿Porqué tan amable?
Porque te dieron un día y una hora.
¿Piensas que eso me conturba?
Es evidente, un vodka a mitad de semana...
Suelo hacerlo.
Pero no con esa ansiedad, no con esa mirada con que te vi
frente al espejo, sin que tú te vieras.
Bueno, en fin, cuando a los plazo le ponen fechas precisas...
¿Temes?
Siempre uno teme antes de alzar las velas,
antes de la navegación.
porque toda navegación puede ser la definitiva
es decir, ¿temes?
¿a qué le teme un hombre bien templado sino
a lo incierto?
Vamos, si solo es una operación a tu pie izquierdo
que ya la determinante cuando tus adicciones así lo hicieron.
Oye, flaca, lo mío es lo mío, y lo tuyo, verás en el momento...
¿Te haces el valiente, ahora?
Para nada, flaca, solo temo lo que temo
y con la hora determinada en el quirófano,
me alivia todo esto.
¿Pero, flaquito, no me temes un poco, sólo un poquito,
como cuando te enfrentas, digamos,
a un cuerpo no vivido?
Sale, flaca, nunca he temido a un nuevo cuerpo,
y menos a un quirófano con una fecha ya determinada.
¿Mientes? ¿porqué a mí?
Porque eres la definitiva, flaca, y al final nos encontraremos abrazados no en una cama de Motel sino
en una de hospital, y recuerdo el poema ese
"Tarde de hospital", de Carlos Pezoa Véliz...
que me hace llorar. como todo buen poema,
inesperadamente.

martes, 1 de mayo de 2018

AY


Hay una esquina sobre la esquina.
Una calle sobre la calle.
Una ventana sobre la ventana.
Una puerta sobre la puerta.
Y en medio, otro medio.
Medio tonto.
Medio tardío.
Un remedio de realidad.
Que en realidad es fantasía.
Hay otro yo y otro tú.
Otro nombre para dejar de nombrar o bien,
donde nombrar es volverse lo nombrado.
Hay más donde menos.
Cuando menos es lo que hay.

Ay.

martes, 10 de abril de 2018

Los que ya no son me lo exigen
Sí, son las voces,
De los mudos,
Que vaya por ellos
Por esos que los callaron
Que no haya ni perdón ni olvido,
Hasta lo eterno
Ni perdón ni olvido
Hasta lo eterno


martes, 3 de abril de 2018

EMILE CIORAN, BREVIARIO DE PODREDUMBRE (FRAGMENTO)


Me seducen las distancias lejanas, el inmenso vacío que proyecto sobre el mundo. Crece en mí una sensación de vacío: se infiltra en mi cuerpo un fluido ligero e impalpable.
En su avance, como dilatación hasta el infinito, siento la presencia misteriosa de los sentimientos más contradictorios que ha acogido jamás el alma humana.
Soy feliz e infeliz a la vez.
Estoy exaltado y deprimido, desbordado por ese placer y la desesperación en la más  contradictoria de las armonías.
Estoy tan alegre y tan triste que en mis lágrimas se reflejan el cielo y la tierra al mismo tiempo.
Aunque sea solamente por la alegría de mi tristeza, quería que no hubiera más muerte en esta tierra. 

POEMA DE UNA TARDE DE DOMINGO. Diego A Martínez

Poema de una tarde de domingo

Empiezo a acostumbrarme a la agonía.

Respiro,
camino,
existo,
coexisto.

Las horas deslizan como sombras
en la extensión del día
—de los días—.

Y la muerte me mira
desde los espejos.
Y las estatuas arden bajo el calor del sol.
Y ya no hay esperanza para algunos
que bajaron sus armas
ante el grito del mundo,
de la vida.

Hay un ciento de voces
dentro de mi cabeza
que intentan darme luz.

Mi propia libertad
a terminado
por encarcelarme.
No puedo ver el tunel.
Soy un ciego.

Y siento que hay algunas compañías
que nos hacen sentir
mucho más solos.

Que me pica el recuerdo
en ese punto exacto
donde en algún momento
tuvo cupo el olvido.

Que la paz es un sitio
que no nos pertenece
y el amor
una guerra
que nunca se termina.

Que siempre se me olvida
como demonios ser,
porque yo soy el pájaro,
y a la vez
soy
la jaula.

—Diego A Martínez.

Franz Kafka Fragmento:

«Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un mazazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dices tú? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos es libros que nos golpeen como una desgracias dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo». Franz Kafka.

viernes, 30 de marzo de 2018

E. M. Cioran, 1966, La caída en el tiempo.

"La civilización, con todo su aparato, está fundamentada en nuestra propensión a lo irreal y a lo inútil. Si consintiéramos en reducir nuestras necesidades, en no satisfacer más que las indispensables, ésta se hundiría de inmediato. Así, para durar, se reduce a crearnos siempre nuevas necesidades, multiplicándolas sin descanso, pues la práctica general de la ataraxia le traería consecuencias más graves que las de una guerra de destrucción total. La civilización, al agregarle a los inconvenientes fatales de la naturaleza los inconvenientes gratuitos, nos obliga a sufrir doblemente, diversifica nuestros tormentos y refuerza nuestras desgracias. Y que no vengan a machacarnos que ella nos ha curado del miedo. De hecho, la correlación es evidente entre la multiplicación de nuestras necesidades y el acrecentamiento de nuestros terrores. Nuestros deseos, fuente de nuestras necesidades, suscitan en nosotros una constante inquietud, intolerable de una manera muy diferente al escalofrío que se siente ante algún peligro de la naturaleza. Ya no temblamos a ratos, temblamos sin parar. ¿Qué hemos ganado con trocar miedo por ansiedad? ¿Y quién no escogería entre un pánico instantáneo y otro difuso y permanente? La seguridad que nos envanece disimula una agitación ininterrumpida que envenena nuestros instantes, los presentes y los futuros, haciéndolos inconcebibles. Feliz aquel que no resiente ningún deseo, deseo que se confunde con nuestros terrores. Uno engendra a los otros en una sucesión tan lamentable como malsana. Esforcémonos mejor en aguantar el mundo y en considerar cada impresión que recibimos como una impresión impuesta que no nos concierne y que soportamos como si no fuera nuestra. «Nada de lo que sucede me concierne, nada es mío», dice el Yo cuando se convence de que no es de aquí, que se ha equivocado de universo y que su elección se sitúa entre la impasibilidad y la impostura."