martes, 15 de enero de 2013

Sobre el ataque incendiario a casa patronal en la Araucanía (Chile) y la represión a dos mapuche.


Antes de nada pido disculpas por estos días de parón. Parece que ya va siendo hora de darle vida otra vez al blog. Vuelven las rutinas, supongo...

Bueno.

Para difundir esta noticia, es mejor remontarse a lo sucedido hace 5 años.

El 3 de enero de 2008, el compañero Matías Catrileo, joven anarquista y mapuche, fue asesinado a sangre fría por los disparos efectuados por Walter Ramírez, mientras participaba en una toma simbólica de un terreno que corresponde históricamente al Wallmapu (concepto que abarca los territorios de la etnia mapuche así como su nación cultural e histórica). Esta tragedia marcó a hierro candente una nueva fecha de lucha y revuelta en la mente de la juventud rebelde chilena y del pueblo mapuche en particular. Por eso, cada 3 de enero desde el 2008, las manifestaciones (tanto de una onda más calmada como otras de tipo más insurrecto) así como los sabotajes descentralizados y las venganzas contra lxs representantes y/o defensorxs del poder se extienden para iluminar las calles en memoria del compañero caído.


Este año, tuvieron lugar protestas en varios lugares, destacando las de las calles del centro de Santiago de Chile, donde se produjeron graves disturbios entre grupos de jóvenes encapuchadxs que atacaban y causaban destrozos en bancos y símbolos del capital y el Estado que se encontraban a su paso, y la policía, que protegía como siempre los inmerecidos privilegios de las élites (más información de esto en Liberación Total, aquí). Sin embargo, este año la rabia fue más allá y en la noche del viernes 4, en la comuna de Vicún (a 25 kilómetros de Temuco) fue quemada por encapuchadxs la casa patronal de Werner Luchsinger Lemp, un empresario latifundista y agricultor responsable de robar tierras a lxs mapuches y de acumularlas, y además, pariente del terrateniente "dueño" del terreno en cuya toma simbólica fue asesinado Matías Catrileo. Tanto él como su mujer murieron quemadxs en el incendio (aquí la info, también en LT).


El matrimonio ajusticiado por la rabia popular mapuche es bien conocido en Chile, gozan de una buena posición económica y social obtenida a través de la explotación de tierras que no les pertenecen y de personas que mantienen trabajándolas en condiciones de mierda y son muy amigxs de la mayoría de poderosxs del país latinoamericano. Ahora sin embargo están muertxs (qué penita, ¿verdad?, pobrecillxs...).

La mala noticia es que durante el ataque, Celestino Córdova Tránsito, que sería supuestamente uno de lxs encapuchadxs que atacaron la casa, recibió un balazo disparado por el propietario desde el balcón, y resultó herido. Fue más tarde capturado por la policía y trasladado al hospital regional de Temuco, donde le atendieron para luego ponerlo a disposición judicial con el fin de formalizarlo. Mientras, la represión se ha cebado con las comunidades mapuche, mediante allanamientos violentos y maltrato a sus habitantes. En uno de esos allanamientos, es también detenido José Cordova Tránsito, el hermano del compa herido que fue detenido  en las inmediaciones de la mansión incendiada, puesto que, según informaron lxs maderxs a través de sus portavoces oficiales de los medios de comunicación, existirían "evidencias secretas" (vamos, que no hay pruebas, pero bueno) que vincularían a José con la muerte del matrimonio de terratenientes. Además, indicaron que se habría encontrado una pistola de calibre 22 y un pasamontañas, junto a ropa que supuestamente se encontraría también vinculada con el atentado. Tenéis más info de esto en Refractario, aquí.


Pues bien. Según se ha informado también en Refractario (aquí) finalmente la mañana del pasado día 11, en un tenso ambiente y bajo una estricta vigilancia, el compañero José fue formalizado bajo ley de protección de armas, mientras que su hermano Celestino fue formalizado bajo la infame ley antiterrorista por 4 delitos, en concreto incendio con resultado de dos muertes, robo con violencia, incendio a una casa habitada e incendio de bienes inmuebles (este último cargo relacionado con otro ataque, el que tuvo lugar contra el fundo Santa Isabel en diciembre). El tribunal ha establecido un periodo de 6 meses para la investigación y preparación del juicio, y ordena que durante ese tiempo el compañero permanezca en prisión preventiva en la cárcel de Temuco (alejado del resto de prisioneros mapuche, que se encuentran en Angol menos uno, Héctor Llaitul, quien tras el ataque a la mansión por el cual imputaron a Celestino, fue trasladado en solitario a la cárcel de Concepción como venganza de las élites). Para más inri, otorgaron un periodo secundario para la investigación, que extiende la investigación hasta el próximo 25 de marzo pero en secreto. Esto significa que hasta esa fecha, la fiscalía y los cuerpos represivos pueden seguir "investigando" en secreto y la defensa no puede por lo tanto acceder a la documentación del caso (lo que dificulta enormemente articular una defensa jurídica justa para el compañero).

En cuanto a su hermano José, tras haber estado en prisión preventiva bajo la ley anti-terrorista, finalmente la propia fiscalía rectifica, niega que él tenga relación con el atentado, y le formalizan, como ya dije, por ley de protección de armas (por la pistola encontrada supuestamente en su casa), y queda "en libertad" bajo prohibición de abandonar el país y obligación de presentarse cada dos semanas a firmar en dependencias policiales.


Mientras se celebraba la audiencia, en el exterior tuvieron lugar pequeños encontronazos entre familiares del matrimonio de burguesxs ajusticiado y habitantes de comunidades mapuches que habían acudido a apoyar a Celestino y a su hermano. Al parecer, familiares del matrimonio de latifundistas asesinado, se presentaron de manera provocadora en el lugar increpando a lxs mapuches con pancartas con lemas como "Quiero ser terrorista, así tendré derechos humanos" (no sé qué encuentran estxs ricxs de mierda de derecho, o de humano, en el trato que reciben en el mundo, y en Chile en concreto, las personas que plantan cara a este sistema de mierda y a sus injustas lógicas para el reparto de los privilegios).


A esto contestaron lxs mapuches con otros carteles, donde denunciaban la impunidad con la que la represión abusa de sus comunidades en el sur de Chile. Un cartel inquietante rezaba: “Mas de 12 mapuches asesinadxs: No vino ningún ministro y tampoco se habló de Terrorismo". Entonces, para poner la guinda a la ya delicada situación, una tía, mujer de un latifundista tan miserable y explotador como el ejecutado en el atentado, y miembro del colectivo "Paz en la Araucanía", se acercó a niñxs mapuches que se encontraban con sus familias para colocarles carteles de su asociación, a lo que varixs mapuches reaccionaron con rabia, agravándose el enfrentamiento y teniendo que intervenir efectivos de gendarmería (carcelerxs). 

Por lo que explican en Refractario, "Paz en la Araucanía" tiene pinta de ser una especie de AVT chilena (y esto lo digo sin ánimo de ensalzar a ETA, la cual, pese a mi defensa de la lucha armada, es una organización que digamos que no goza precisamente de mis simpatías). Se trata de un colectivo que como medio para paralizar las resistencias a las crueles políticas del Estado chileno condena todas las acciones populares de resistencia que se salen de los marcos establecidos, mientras apuesta por mantener la falsa paz demócrata y la tranquilidad pequeño-burguesa impuesta por el monopolio de la violencia en manos del Estado y el Capital, que usan la cultura represiva para protegerse de las víctimas de sus miserias. "Paz en la Araucanía" son todxs lxs niñxs, mujeres embarazadas, ancianxs y hombres tiroteadxs por la policía sin que nadie investigue lxs heridxs ni lxs muertxs. "Paz en la Araucanía" son lxs prisionerxs mapuche torturadxs en las cárceles sin que tampoco se investigue nada. "Paz en la Araucanía" es el racismo institucional y por parte de las altas clases económicas contra las comunidades mapuche y sus miembros. "Paz en la Araucanía" son también los medios de comunicación oficiales criminalizando luchas que sólo pretenden reclamar su derecho a sobrevivir, su cultura, su libertad y su dignidad como pueblo, contra un sistema depredador y asesino que destruye sus tierras, entierra sus modos de vida, mata a sus familias y por si fuera poco, califica luego de "terroristas" a quienes cometen el "terrible crimen" de defenderse, mientras limpian la sangre de sus manos con billetes. Y una mierda. Ni "Paz en la Araucanía" ni pollas en vinagre.

Tras la intervención de los carceleros, lxs burguesxs, escoltadxs por carcelerxs y policías, continúan insultando a lxs mapuches gritándoles "¡terroristas!". Qué valientes, insultando cuando os cubren las espaldas lxs mismxs carcelerxs y policías que asaltan armadxs comunidades de mapuches inocentes, ¿ellxs no son terroristas o qué? Vosotrxs seguid así, que luego le prenden fuego a una casa, mueren vuestrxs coleguitas explotadorxs y asesinxs y vais a llorar a la tele.

Cabe destacar la respuesta que un comunero mapuche dio a las provocaciones de unx de lxs latifundistas:

“Si yo me acerco a ti , a ti te protegen ¿quién es el terrorista? Yo siento miedo, no puedo acercarme a ti porque estás protegido por carabineros ¿quién es el terrorista? Yo tengo miedo porque me están mirando los carabineros, toda la prensa me está sacando fotos, ¿quién es el terrorista? Yo siento miedo, ¡no tú!"

Sólo queda esperar a ver qué le depara el destino al compañero Celestino, pues como decía una pancarta, usada durante una vigilia en los alrededores de la cárcel de Temuco para solidarizar con él, "Hay que llamarse Luchsinger para que importe, duela, conmueva y se hable de terrorismo. ¡Fuera lxs latifundistas!".