viernes, 8 de diciembre de 2017

BRIQUET

No tengo ningún lugar al que volver,
nadie espera mi regreso
a ninguna parte,
quemé mi casa
con mi familia dentro
y no he vuelto a mirar atrás
jamás.

Pienso en todos los cadáveres,
en los miles de millones de muertos
que me precedieron,
en los llantos y desgarros
que prepararon la historia
para que yo pudiese existir.
Y francamente, querida,
me importan una mierda.

De pequeño conocí una de las leyes del mar.
Aquello que encuentres abandonado será tuyo.
Si lo descuidas, te olvidas
o dejas de disfrutarlo,
ya no te pertenecerá.

¿Por qué dicen que ese loco habla solo?
Porque no son capaces de escuchar.
He cortado y entrelazado los hilos sangrientos
del relato que nos legaron
y nada encaja.
Nada, salvo el humo lejano
de los otros incendios
que nos trataron de ocultar.

Soy el niño del bidón de gasolina.
No pongas esa cara,
sé que ahora mismo estás pensando
en dónde dejaste tu mechero.

miércoles, 25 de octubre de 2017

LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR

Bebe porque llegó la primavera
y las flores y porque las flores pronto van a morir
bebe porque es de día y quiere escuchar un blues
y los blues son una enfermedad musical nocturna
bebe porque murió su madre hace 11 años
y aun no ha podido llorar por ella
bebe porque regresó la primavera y las flores
y le alegra tanta belleza tanta polen
bebe porque leyó esta mañana un poema de li.po
y  le dio sed
bebe porque recordó un bar oscuro
en el barrio de la estación central donde bebió con una
chica y se besaron y después se olvidaron
o la chica pensó que era demasiado bebedor y lo abandonó
bebe porque no sabe del abandono
bebe porque jamás conoció ni conocerá Italia
bebe porque en Italia bebió tanto que olvido
que conoció Italia
bebe porque cree en otras vidas y no las recuerda
bebe por el olvido de lo que recuerda
y por la memoria  de lo que olvidó
bebe porque está feliz
bebe porque está triste
bebe porque está enamorado
y bebe porque el amor le duele
bebe porque una  rosa se está deshojando en su balcón
y mañana la rosa será puros pétalos en la tierra
de su balcón
entonces bebe porque imagina que su balcón es una tumba
bebe porque las rosas mueren
y una rosa es una rosa es una rosa
bebe porque recuerda que mataron a su mejor amigo
el 24 de diciembre de 1974
bebe porque esa noche todos sus amigos
bebieron por esa muerte
y bebe por el recuerdo de esa noche ebria y triste
bebe por el recuerdo de esa tristeza no porque esté triste ahora, aunque está triste ahora y por eso también bebe
bebe  porque malcolm lowry porque charles jackson
porque chejov porque  carver
bebe por los que dejaron la bebida e igual murieron
por culpa del alcohol
y por los que no transigieron con la sobriedad
bebe por poe por el tote por el barry
bebe por la euforia y la disforia
bebe por el estado de las cosas
y las cosas del estado
bebe porque recuerda una playa solitaria
y por la chica que se fue al mar en esa playa solitaria
bebe por sus suicidas su padre su tío su madre su primo
bebe porque el mar lo acecha en las noches
bebe porque le duele el pie y mucho
bebe porque así ve la primavera en invierno
y el invierno en primavera
bebe porque leyó a joseph  roth y cree en los milagros
y cree que al beber vendrán milagros
bebe porque cree que el alcohol es como la virgen
y tambien como baco
o como la virgen y baco copulando
en su mente dañada por tanto alcohol
bebe en fin bebe porque no le gusta la vida
y tampoco la muerte
bebe, entonces, porque la botella es el limbo
ese bar que nunca cierra y nadie te cobra por el alcohol
y afuera silva el viento y ve pasar los pétalos
de las rosas que el mismo deshojó
de tanto beber y tanto amar.

Thomás Harris Espinoza

viernes, 13 de octubre de 2017

EMBRIAGUENSE - Charles Baudelaire



Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas, y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso. Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca, Pero embriáguense. Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán: “¡Es hora de embriagarse! Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,¡embriáguense, embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.