miércoles, 9 de septiembre de 2020

ESPECULACIÓN DEL INSOMNIO

 


He aquí tus ojeras, dos alforjas de piel envejecida

Donde atesoras las imágenes de tus innumerables insomnios,

Tantas noches que ya carecen de cuenta, y son más bien

Cuentas de un rosario erótico y fúnebre,

Donde lo único que duerme es la nostalgia de lo que no fue

Ni será ya. Animal que no encuentra el sueño

Fuera de las píldoras azules, pero que tampoco revocan

Las imágenes que un Schiele masturbatorio

Convocarían para tu paradójica seducción lunar

En la fronda lacustre de cada noche en vela,

En las que elevas oraciones por el olvido de Cioran.

Pero no hay qué hacer, quizá pasear por el departamento desierto

En la noche sin sueño, Orfeo en un infierno baldío sin Ofelia,

Donde sólo puedes rescatar fantasmas. 

Mujeres que no tuviste y abandonaste antes de poseerlas

En las puertas de la última página de tu ejemplar

Apócrifo de la Educación sentimental,

Y Flaubert no es una buena lectura para conciliar el sueño.

Sesenta y tantos años no son pocos, pesan, pasan, penan.

Y el sueño ahora se recoge como las mareas siguiendo el rostro

De la luna llena, argenta, y no te queda otra

Que adherirte como percebe a su porosidad.

Una quilla torcida y varada en la playa seca donde el Recalentamiento

De la tierra ha hecho de las suyas y siempre contra las tuyas.

Tristes, entonces, tus metáforas bajan sus bonos

En la retórica bursátil y la memoria, en franca quiebra

De imágenes dichosas.

Y la peste y la peste y la peste

Y mañana, no quiero reiterar, William, y mañana y mañana,

Tus palabras ya tan citadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario