1) Judaísmo: El judaísmo es un problema no solo de la filosofía política o de la filosofía de la religión, es un problema vital –pues la vida misma está en grave peligro por las religiones monoteístas institucionalizadas por el judaísmo, base del funesto lavado cerebral de masas del sistema establecido por la cultura de la muerte- El problema del judaísmo no se reduce a un problema de racismo, ya que el judío no pertenece a una raza. El problema radica en que esta etnia-pueblo, de bases religiosas, peligrosamente se ha hecho con el poder mundial con una política de expansionismo e imperialismo gracias al racismo, la manipulación, la ambición demencial, el robo, el saqueo, la usura, la traición, el aglutinamiento de masas, la hipocresía, el lavado cerebral, etc. El mundo de hoy es un campo de concentración dirigido por la “hermandad” judía que está llevando a toda la humanidad al suicidio colectivo…
Soslayando la académica antropología, cualquiera se da cuenta que las razas se distinguen por el “color de piel”, y no por las “creencias religiosas”: EL JUDAÍSMO NO ES UNA RAZA, porque no es un color de piel. Según cualquier diccionario de la lengua, una raza es un grupo humano caracterizado por el color de la piel: raza negra, raza blanca, raza roja, raza amarilla, raza azul, etc… en ningún instante dice que es un grupo humano que se caracteriza por sus “creencias religiosas”. El color de piel es lo que distingue a las razas, no a las religiones. Es decir, el judaísmo no entra en el conjunto de razas por ser un sistema de “creencias religiosas” y no un color de piel. Existen en el mundo judíos de TODAS las razas: judíos negros, judíos blancos, judíos mestizos, judíos amarillos chinos, judíos indios, etc. que se aglutinan en un sistema religioso. Es una religión que rinde culto a una interpretación de la “divinidad”, una agrupación humana que nació como una secta u orden religiosa para luego aglutinar al rebaño humano en su sistema de creencias y convertirse en una religión poderosísima que inculca sus creencias a las masas subordinadas en la terrible esclavitud del espíritu del sistema establecido actual.
Es clara la diferencia entre raza y religión, pero el término “antisemitismo” se nos presenta como un eslabón entre el racismo y el fanatismo religioso, ya que los judíos se identifican a ellos mismos como una raza especial llamada “semita”. En su esquema mental son “los elegidos” del resto de humanos por su “dios” Yavé o Jehová, y por su megalomanía se creen los más inteligentes del mundo. El término semita viene de la fábula escrita en el libro religioso judío llamado la Biblia donde se afirma que los judíos son los descendientes de Sem, hijo del patriarca judío Noé, hijo de Adam, primer hombre creado por Jehová. Así, el término “semita” tiene una connotación religiosa y no racial. Los judíos se identifican a sí mismos como la “raza semita” porque predican la pureza racial y la pureza de sangre fundamentados por creencias religiosas (lo distintivo de los judíos es su sangre). Como “elegidos” por su dios-Jehová, pretenden distorsionar la realidad y convertir su religión en una “raza”. Optaron por el término “semita” como etnia de sangre descendiente de Adam, Noé, Sem, para referirse a todos los judíos, así como a sus descendientes primos árabes y correligionarios cristianos. El término semita tiene así una connotación de “raza”, se empezó a hablar de los judíos como “la raza semita”, y el judaísmo, que empezó como una secta religiosa, una religión, terminó convirtiéndose ahora en una “raza”. Los musulmanes árabes adoptaron las mismas creencias monoteístas de los judíos y, por lo tanto, también son semitas. Según las creencias del islamismo, los musulmanes también son descendientes directos de Adam, Sem, Abraham, Noé, Moisés...los islámicos tienen los mismos patriarcas judíos. El Dios Alá árabe es el mismo Dios Jehová judío, su monismo monoteísta y su moralismo rígido del “premio y del castigo” es exactamente el mismo. Por la llegada de Mahoma, el islamismo se distanció del judaísmo, provocando un odio irracional de los judíos contra sus primos árabes, que se palpa hasta hoy en día por las atroces guerras en Medio Oriente. Así como los judíos no creen tampoco que Jesús del cristo es el mesías, tampoco creen que Mahoma lo sea. Los judíos todavía esperan a su mesías, sin embargo, cristianismo e islamismo son religiones cuyas raíces se encuentran en el judaísmo, son fuentes del mismo esquema religioso monoteísta de los judíos, son religiones monoteístas patriarcales que predican la “guerra santa” entre sí, la guerra de los dioses machos del monoteísmo judío, una guerra interna del judaísmo. Afirman que su “dios es el único dios” en su afán de Imperialismo y monismo egoico. Los apocalípticos cristianos, con espada en mano, adoptaron las mismas creencias monoteístas de los judíos gracias a su profeta judío Jesús que nació en las raíces del judaísmo según la historia judía del Nuevo Testamento contada en la Biblia (libro escrito por las élites judías para imponer su modelo mental y su modelo de religión monoteísta, materialista y autoritario-patriarcal). También el islamismo, con su Corán, su mesías es Mahoma, un descendiente de la realeza judía, que igual que Jesús, de la Casa de David, retornarían en el fin de los tiempos como “reyes del mundo”. Es característica del judaísmo la temporalidad lineal mesiánica de la llegada del mesías en un “caballo blanco”, (el madhi, el mesías) en pleno fin de los tiempos. El mesianismo es engendro del judaísmo, y las creencias apocalípticas lineales encarnan el arquetipo del “elegido de los judíos” que llegará como mesías “rey del mundo” en el fin de los tiempos: Al Dajjal, el Anti-cristo del nuevo orden mundial, el salvador Cristo-Satán de la de nueva era del Imperio de Sion, que provocará no solamente la “guerra santa” nuclear o Armagedón, sino también la apostasía a escala planetaria, la tribulación, la mala vibra global, el extremo de la decadencia espiritual y moral, el descenso final para la llegada del mesías judío. Estas religiones monoteístas defienden la tradición de la visión apocalíptica del mundo, el “fin de los tiempos”, el mesianismo, el propósito, la finalidad, la meta, la misión, la teleología de la servidumbre, con el esquema mental del “origen y la finalidad”, o “principio de todas las cosas”, “génesis” o “creación del demiurgo”. Esta malgama de símbolos religiosos forma parte de la manipulación de las emociones a través de la energía religiosa psicológica hacia el derrumbe total de la humanidad.
Con este esquema fueron arando el camino de la manipulación racista-religiosa que llaman “anti-semitismo” para que toda crítica a la demente religión y moral de los judíos sean tildadas de racismo. No se puede criticar ahora a la religiosidad judía ni a la moral judía sin ser tildado de nazi, “antisemita” o racista. Los judíos, adeptos de las creencias religiosas judías, usan muy bien su papel de víctimas para lograr la inmunidad moral. Los fanáticos antisemitas filo-nazis le hacen un gran favor a los judíos, en su papel de victimización y racismo. Ahora criticar a las creencias judías, es algo condenable por toda la cristianizada sociedad occidental, y hasta se puede ir a la cárcel por cuestionar el status quo judío. No se puede ahora expresar libremente la crítica contra las élites judías, porque quien se atreve es acusado de “antisemitismo”, como varios investigadores del problema judío. ¡El Estado de Israel pretende ahora criminalizar el “antisemitismo” a nivel global! Varios revisionistas históricos del supuesto Holocausto judío perpetrado por los nazis han terminado juzgados y apresados por hablar del problema judío. Sin embargo, criticar a la religión judía desde la filosofía política y la filosofía de la religión no es ningún antisemitismo ni racismo.
La histórica victimización del pueblo judío fue elaborada por judíos, de allí se explica por qué el nazismo fue creado por judíos, sirve a los intereses de las élites judías para la realización mesiánica de su demencial religión racialista, la dominación del mundo para preparar la llegada de su mesías rey...el nazismo es judaísmo.
2) Nazismo : Es gracias al nazismo que el judaísmo se consolida en la categoría de “raza”. Nace como un germen del racismo antisemita inculcado por los mismos judíos. El Partido Nazi fue creado por jerarcas judíos –asquenazis, blancos como Alfred Rosenberg- con bases religiosas racistas que se encuentran en la doctrina de la pureza racial predicado por los neo-templarios masones del hitlerismo esotérico, la Teosofía de Blavatzky, la masónica Sociedad de Thule o la platillista Sociedad del Vril. Los nazis reconocen a los judíos como una “raza” y defienden que los judíos deben tener su propio Estado de Israel en Palestina por su condición de “raza especial”. Los nazis tomaron en serio las creencias racistas religiosas judías porque ellos mismos adoptan la suprema estupidez mental de la supremacía racial, y colaboraron con los judíos en la inmigración masiva de judíos hacia Palestina para la creación del Estado de Israel. El holocausto judío, donde supuestamente fueron sacrificados 6 millones de judíos en los campos de concentración de los nazis-sionistas, fue la escusa perfecta para que los judíos crearan el Estado de Israel, y esto no enseñan en la escuela ni en la universidad, uno tiene que investigar y hacerse con los hechos para poder visualizar la realidad. El nazismo es un brazo armado del “antisemitismo” creado por judíos para victimizarse a ellos mismos, para acusar de racismo y nazismo a todo aquel que critique las políticas sionistas y para que los judíos tengan inmunidad moral. Los nazis también creen como los judíos en la tremenda ignorancia de las razas superiores y ellos mismos se creen superiores, judíos y nazis predican la supremacía racialista porque son engendros del mismo esquema mental. Son orgullosos de llamarse “antisemitas” y como racistas que abogan por la supremacía de su raza “aria” odian a las otras razas: la negra, india, mestiza, gitana, dando más combustible a la tremenda estupidez del racismo. El nazismo es racismo y “antisemitismo” creado y manipulado por judíos, una secta satánica religiosa neo-templaria que gracias al hitlerismo esotérico de Miguel Serrano y al tal Nimrod de Rosario, y con sus enajenados seguidores, se está convirtiendo en una nueva religión de la nueva era, quienes creen en la llegada del “avatar” hitleriano judío en un “caballo blanco” en el ragnarok o armagedón.
El Mesianismo inherente en la concepción nazi es propio del judaísmo, y como los judíos, los filo-nazis también esperan la segunda llegada de su mesías, como el cristianismo y el islamismo, esperan el retorno del mesías Adolf Hitler, encarnación de Wotan o de Lucifer, que sería como el Cristo de los cristianos, o el Mahoma de los islámicos. La misma estructura ideológica pervertida mesiánica de los judíos. El antisemitismo nazi es judío, una herramienta primordial del Gran Complot para el dominio del mundo.
Sin embargo, el problema nazi es más complejo. Los nazis abogan por la supremacía blanca-nórdica de los arios, sus “dioses blancos”-hiperbóreos que Madame Blavatzsky describe muy bien en su “doctrina secreta”. Viajan en “vimanas” (ovnis) hacia otras dimensiones, y como los antiguos gnósticos judíos están en una absurda guerra contra la materia, contra la naturaleza y contra sí mismos, contra el universo material supuestamente “creado” por el demiurgo Jehová, dios de los judíos. Los gnósticos nazis, al reafirmar la existencia de Jehová con su génesis o “creación”, siguen el mismo esquema mental de los judíos porque son hermanos gemelos. El “creacionismo” del momento inicial u origen, y el Luciferismo-Hitleriano-gnóstico que se rebela contra Jehová es un problema judío. El antisemitismo satánico-luciferino de los filo-nazis es funcional para los planes de victimización de los judíos, para que las élites satánicas judías logren sus planes de expansión y conquista mundial para la llegada del mesías Al Dajjal. En verdad, hay un íntimo vínculo entre los judíos y los nazis arios porque el mismo mesías del nazismo, Adolf Hitler, era un judío, y odiaba a su estirpe-etnia. Este dictador racista prohibió la investigación sobre sus raíces judías, su abuelo era un hijo ilegítimo de Salomon Rothchild, y como todo masón, Hitler era un ecologista antihumano, soñaba con la unificación de Europa y el Nuevo Orden Mundial que él llamó Tercer Reich, anhelaba como todos los Illuminazis, el “Escatón”, el “Armagedón” para la llegada del mesías y para la supuesta demencial “destrucción del universo”.¡¿…?!
Conclusión
Todo aquel que llame nazi a cualquier investigador del problema judío está cometiendo un acto de terrorismo intelectual, así como todo nazi que acuse de judío a cualquier investigador sobre el problema nazi. Judíos y nazis tienen los mismos esquemas mitológicos religiosos, son dos hermanos gemelos. El mismo racismo antisemita blanco de los nazis es el mismo de la supremacía racial judía talmúdica sionista, funcional a las políticas de racismo y genocidio que ejecutan los gobiernos totalitarios sionistas nazis, ashkenazis sefarditas de hoy. El antisemitismo nazi racista es la mejor herramienta de los judíos para su victimización y continuar con sus políticas globalistas. Dice un judío llamado Haïm Cohen: "La amarga ironía de la suerte ha querido que las mismas tesis biológicas y racistas propagadas por los nazis sirvan de base para la definición oficial de la judaicidad en el seno del Estado de Israel".
En la guerra espiritual y psicológica de la resistencia contra todos los parásitos del pensamiento (ideologías, esquemas, posturas, dogmas) que el sistema judío inculca, es necesario un auto-examen del pensamiento por honestidad con uno mismo, pensar sobre el esquema mental propio e identificar lo que nos ha sido inculcado en el lavado cerebral de la cultura de la muerte, expulsar toda esa mala vibra de las ideologías impuestas, y reconocer el pensamiento extraño-parásito para deshacerse de él… esto es como un acto de guerra.
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