lunes, 12 de octubre de 2015

La furia me eleva al espacio sideral
como perro hambriento,
siguiendo la presa que ya fue encontrada por otro
no hay, ni ética, ni moral
pernoctamos en el piélago de la horrorosa libertad
adentro tengo al Diablo
son fantasmas invisibles,
pero yo los veo
atormentádome
me absorben en un volcán de tristeza
que atenúo con la ira
tú también lo haces,
yo sé que lo haces
mis cuervos me lo dicen
te espían
te aprecian como presa
te observan,
tú no los ves,
el silencio absoluto los crea
los destruye y los transforma
como tu cuerpo y tus teorías
carroña sucia e inservible
que no la crees ni tú mismo
pero hay que prevalecer
a costa de mentiras, a costa de hipótesis
que no significan nada
que no influyen en nada.
Criaturas desesperadas
de ridículos lentes y falsa humildad
que como loros repiten
lo que leyeron por obligación
de ellos nada brota más que copias
insignificantes seres

repudiables.

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